El eslovaco es la lengua que se usa en la República Eslovaca (Eslovaquia), que se independizó el 1.º de enero de 1993.
El eslovaco es una lengua eslava y, como tal, pertenece al grupo de lenguas indoeuropeas y al grupo de lenguas eslavas occidentales.
El surgimiento de eslovaco, al igual que el de otras lenguas eslavas, se remonta al siglo VI y el siglo VII.
En 863, el emperador bizantino Miguel III, a pedido del príncipe Rostislav de la Gran Moravia, envío dos hermanos misioneros de Salónica para predicar el cristianismo: San Constantino (quien más tarde adoptaría el nombre de Cirilo) y San Metodio. Mediante la traducción y la promoción de la Biblia, lograron divulgar el antiguo eslavo eclesiástico en esa región. La lengua en sí consistía en un alfabeto glagolítico basado en las letras minúsculas del alfabeto griego. Entre el siglo X y el siglo XIV se usó el latín como lengua litúrgica, literaria, administrativa y judicial. Mientras tanto, los eslovacos, que no sabían hablar alemán ni latín, usaban la lengua checa con fines jurídicos y administrativos. Los sucesos históricos reforzaron aún más el uso de la lengua checa.
Como es natural, de una generación a otra se transmitieron por vía oral tres dialectos de la lengua eslovaca (oriental, central y occidental) que más tarde sirvieron como base para una lengua codificada. Anton Bernolák (1762–1813), un sacerdote católico, fue el primero en codificar la lengua eslovaca (llamada con posterioridadbernolákovčina) en función del principio fonético de “escribir como se escucha”. No obstante, esa versión no se adoptó a nivel nacional. Quien en 1843 codificó la lengua literaria eslovaca en función del dialecto eslovaco central fue Ľudovit Štúr (1815–1856).