El sector financiero y el bancario, en constante evolución y sometido a la globalización, suelen recurrir a la traducción como el mejor método para transmitir información a los diversos actores del sector (clientes, accionistas, inversores, etc.). Por ende, la demanda de traducción financiera exige la pericia de lingüistas especializados y con experiencia en el mundo financiero.
Lo que diferencia a un traductor de otro es su especialización. Y cuando necesita traducir un documento de un campo, lo mejor es elegir profesionales que brinden traducciones de calidad. No se le ocurriría pedirle asesoramiento financiero a un especialista en informática, fuera competente en la materia o no. Lo mismo sucede con la traducción.