El rumano es la única lengua romance de la parte oriental de Europa. La región estaba habitada por los dacios, quienes, se cree, hablaban una lengua tracia. No obstante, durante el reinado del emperador romano Trajano, los romanos conquistaron el territorio y permanecieron en él durante algún tiempo en el cual nació la lengua rumana.
Después de su partida, la lengua se vio influida por los eslavos, quienes llegaron a la zona en el siglo VII. Algunas de las palabras que se tomaron de la lengua eslava pasaron a ser parte del vocabulario rumano básico (palabras que describen nociones tales como las de amor, trabajo, amigo, vivir, etc.). A partir del siglo XVIII, la lengua se vio influida por el turco y el griego. Las influencias turcas se limitaron en su mayoría al vocabulario administrativo y diplomático y la mayoría de las palabras desaparecieron del idioma en épocas posteriores.
El documento más antiguo redactado en rumano es una carta que data de 1521. Se lo escribía con letras cilíricas, que se usaron hasta el siglo XIX, cuando comienza la época moderna del rumano y cuando el alfabeto latino reemplaza al alfabeto cirílico. En el siglo XIX, la lengua se enriqueció con muchas apropiaciones de otras lenguas romances (en su mayoría, el francés). Eso contribuyó a un aumento de la influencia del latín en la lengua rumana.