El Super Bowl, la Copa Mundial de la FIFA, los Juegos Olímpicos… los eventos deportivos más importantes se transmiten en casi todos los países. Para hacerlo, se usa traducción, adaptación, localización, subtitulado, doblaje y muchas otras técnicas lingüísticas. De lo contrario, los otros países no podrían seguir esos eventos deportivos. Incluso cuando una imagen vale más que mil palabras, al espectador le resulta mucho más interesante contar con un comentarista que hable su idioma.
Los deportes electrónicos están en pleno auge en el mundo de los videojuegos y cada año se organizan muchas competiciones. Con más de 380 millones de simpatizantes en todo el mundo, no dejan de volverse cada vez más populares. Gracias a la traducción de los juegos a decenas de idiomas, hay miles de jugadores de Fortnite, Call of Duty y League of Legends.
Cuando se lo traduce, el alcance de un videojuego se multiplica una decena de veces. Uno de los desafíos más importantes que debe enfrentar toda empresa del sector, cuya demanda más elevada está en Norteamérica, China y Corea del Sur, es la traducción y localización de juegos. Bien se trate del lenguaje de los personajes, las reglas o los nombres de las herramientas, todos los elementos deben traducirse a la perfección para que los jugadores puedan usarlos como corresponde. A los jugadores estelares, cualquiera sea su país de origen, los siguen y ven muy de cerca millones de aficionados de todo el mundo. Los eventos en vivo con subtítulos están popularizándose cada vez más gracias a los servicios de transmisión que permiten a los espectadores ver a los jugadores en tiempo real.