Tres razones por las cuales no es fácil lograr una traducción de calidad
A pesar de la “inmediatez” que ofrece la traducción por Internet, generar traducciones de calidad no es tan fácil como se cree. En nuestro mundo interconectado, la traducción resulta fundamental por muchas razones. Para comprender las sutilezas de las declaraciones que hacen los líderes políticos, las complejidades de los procedimientos biofarmacéuticos, los términos exactos de los contratos legales y tantas otras cosas más, dependemos de traductores humanos expertos. A continuación, presentamos tres de las principales razones por las cuales traducir es mucho más complejo de lo que podría imaginarse.
No alcanza con traducir palabra por palabra
“Con la traducción literal suelen perderse las reglas y los matices del lenguaje”.
Toda persona a la que le cueste leer una traducción de Google ya es por completo consciente de qué puede suceder cuando una máquina traduce una página web palabra por palabra. En las traducciones literales suelen perderse las reglas y los matices del lenguaje. El objetivo de la traducción de calidad no es tan solo tomar las palabras en un idioma y darles el equivalente directo en otro. Por el contrario, se enfoca en trasladar las ideas de un idioma a otro y asegurarse de que en el otro idioma se comprenda el sentido original. Para completar este proceso se necesita una persona que no solo tenga fluidez lingüística, sino también cultural.
El lenguaje también es cultura
El lenguaje y la cultura coexisten y se entremezclan. Uno no puede existir sin el otro, de manera que, algunas traducciones, si se toman de forma literal, no tendrán sentido para otro lector sin el contexto cultural correspondiente. El harakiri, por ejemplo, es un conocido aspecto de la cultura japonesa que solo puede explicarse en líneas generales como un “suicidio ritual o por honor”, pero esa explicación es insuficiente para abarcar las complejidades y los matices de esta faceta de la cultura japonesa.
En la cultura norteamericana a veces se usa el término “disneyesco” para describir algo que parece un cuento de hadas, que es apropiado y sencillo o más apto para niños. Sin embargo, para comprender este término, la persona debe estar familiarizada con las películas, los juguetes y otros elementos culturales relacionados con Walt Disney a fin de que se comprenda el verdadero significado de la palabra.
A veces, no hay una traducción directa
Si bien algunas palabras y conceptos son fáciles de traducir, como una conversión sencilla de la palabra en inglés dog al español “perro”, muchas veces no existe un equivalente directo en el idioma al que se traduce. Por ejemplo, Schadenfreude es un estado emocional muy específico, pero no existe una palabra exacta para describirlo en español, por lo que tenemos que describirlo como “sentir alegría o satisfacción a expensas del sufrimiento de otros”, mientras que los alemanes pueden resumirlo en una sola palabra.
Por otra parte, la expresión “mejor que comer pollo con la mano” no tendría el mismo efecto si se le diera una traducción literal a otro idioma. En español, se usa para describir algo que es superlativo. En lugares donde es menos común comer pollo o comer con las manos, esto puede resultar en especial confuso si se traduce literalmente.
A veces, el solo hecho de convertir una palabra en su equivalente directo en otro idioma puede lograr el cometido cuando se precisa transmitir la idea general de lo que algo significa. Sin embargo, en lo referente al contenido que debe entenderse con más precisión en otro idioma, se necesita mucha más comprensión, experiencia y conocimientos que permitan comunicar como corresponde el sentido original de ideas complejas. Para ver cómo podemos ayudarlo a decir lo que quiere decir en otro idioma, comuníquese con nosotros.
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